Queridos hermanos,
Esperamos se encuentren bien y fortalecidos en el Señor.
Papúa Nueva Guinea es conocido como “la tierra de lo inesperado”, y su eslogan es bastante apropiado para definir el día a día de nuestras vidas aquí. Cada cosa que planeamos o esperamos que sea de cierta manera cambia, y no una sino muchas veces. Tal vez piensen que ya deberíamos estar acostumbrados a los cambios de planes, pero inexplicablemente nos siguen sorprendiendo. Hace más de un mes tuvimos que mudarnos a una casa de huéspedes para comenzar a empacar nuestros muebles y otras cosas de la casa, a pesar de llevar varias mudanzas esto sigue siendo un trabajo pesado. Durante ese tiempo nuestro hijo Jacob tuvo dos crisis de asma, lo que añadió más cansancio y trabajo a nuestros días, (gracias a Dios va recuperádose bien). Añadido al trabajo de mudanza y enfermedad, también tuvimos pláticas con posibles compañeros de equipo, que lamentablemente también estaban batallando con enfermedades, uno de ellos con pneumonia, así que nuestro tiempo terminó siendo más corto de lo que planeamos. Finalmente, a pesar del ajetreo hemos terminado de empacar hasta la última cucaracha, digo cuchara, y estamos comenzando a decir adiós a nuestros compañeros misioneros y amigos papuanos con los que hemos vivido por más de dos años.
En medio de las tristes despedidas, hay también una alegría expectante de verlos a ustedes pronto. Tenemos mucho que compartirles de lo que hemos visto y aprendido mientras hemos estado sirviendo aquí. Por ahora aún nos encontramos en el proceso de formación de equipo. El tiempo aquí ha sido una real batalla en muchos sentidos; nuestra fe ha sido probada constantemente, nuestros planes siempre cambiantes. Pero por la gracia de Dios también ha habido mucho crecimiento en nuestras vidas, y Dios nos ha permitido servirle en diversos ministerios.
Hace unas semanas escuché una cita de un viejo predicador llamado Vernon McGee: “Este es el universo de Dios, y Dios hace las cosas a su manera. Puede que tú tengas una mejor manera, pero no tienes un universo.” ¡Aún me da risa cuando la recuerdo! Muchas cosas no salieron de acuerdo al plan, al nuestro. Sin embargo se encuentra una profunda paz cuando recordamos que Dios es el que está al mando, y el plan va marchando a la perfección. Me viene a la mente Isaías 55: 8-9: “Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor—. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!”.
Hay otro pasaje en el que hemos estado meditando. Está en el contexto de la historia de la estatua de oro de Nabucodonosor, y su decreto que exigía que todas las personas se inclinaran ante ella y la adoraran; Sadrac, Mesac y Abednego se negaron a hacerlo, entonces cuando el rey los confrontó: “Sadrac, Mesac y Abednego le respondieron a Nabucodonosor: —¡No hace falta que nos defendamos ante Su Majestad! Si se nos arroja al horno en llamas, el Dios al que servimos puede librarnos del horno y de las manos de Su Majestad. Pero, AUN SI NUESTRO DIOS NO LO HACE ASÍ, sepa usted que no honraremos a sus dioses ni adoraremos a su estatua.” (Daniel 3:16-18). Estos hombres estaban realmente confiando en Dios. Ellos sabían que Él podía salvarlos sin dificultad del horno de fuego y de las amenazas del rey, pero aún más notable que eso, ellos estaban totalmente dispuestos a seguir fieles a Dios aún si Él no los salvaba de eso. Esa clase de confianza en Dios es la que nosotros aspiramos a tener. Él tiene el poder de hacer un camino más fácil para que podamos caminarlo, pero más sorprendente que eso, tiene el poder de hacernos caminar en fe y mantenernos seguros a través de un camino difícil, el cual nos llevará a depender más en Él, ¡y entonces Él se llevará la gloria!.
Durante este tiempo hemos continuado sirviendo en varios ministerios de apoyo, principalmente la imprenta. Hubo muchos libros y materiales de enseñanza bíblica y de alfabetización que se imprimieron en varios idiomas de grupos étnicos que cuentan con misioneros, y donde actualmente se enseña la Palabra. Aunque en muchos países este departamento no sería tan necesario debido a la facilidad de obtener material impreso en muchos establecimientos, en este país es difícil encontrar un lugar para hacerlo, así que este departamento ha sido y continúa siendo una ayuda importante para las diferentes obras en Papúa. Sin embargo, las necesidades del campo rebasan a las manos disponibles para el trabajo, y por ahora no se ha encontrado una persona que continúe supervisando este ministerio. Por favor ayúdenos a orar por esta necesidad y por Francis y Susi, los dos nacionales que por ahora continuarán con el trabajo solos.
Otra cosa emocionante de la cual Dios nos ha permitido formar parte es la edición de un Comic de historias bíblicas que se está traduciendo al Kuman, un idioma tribal. Isaac ha estado ayudando a este equipo misionero con el formato del texto, mientras que ellos hacen y revisan la traducción del mismo. Esta será una gran herramienta para que el equipo continúe discipulando a los creyentes de esa región.
Claudia tuvo la bendición de encontrar una misionera dispuesta a continuar con su clase de alfabetización. Esta clase fue una experiencia de mucha bendición que seguramente será muy útil cuando estemos en la tribu.
En pocos días comenzaremos nuestro viaje. Por favor contáctennos si desean escuchar más sobre nuestro ministerio ahora que estemos en México. Nos dará mucho gusto verlos.
Gracias por continuar animándonos y orando por nosotros.
Siendo testigos de un Dios vivo,
Isaac, Claudia, Jacob y Emma
Hernández
Peticiones de oración:
- Por nuestro viaje a México en unos días.
- Que seamos de bendición y ánimo para las iglesias y personas que veremos en México.
- Por Francis y Susi en la imprenta.
- Que nuestra confianza en Dios y dependencia en Él siga creciendo cada día, y sea un impacto a otros.
- Por el proceso de formación de equipo en el que nos encontramos. Que el Señor nos provea de compañeros apasionados por Él y por su obra.
- Que el Señor provea los fondos necesarios para la construcción de una casa en la comunidad indígena donde serviremos.
u ofrendando por este ministerio!