A medida que nuestro tiempo en México llega a su fin, nos encontramos enfrentando el estrés de la transición hacia un nuevo entorno en Papúa Nueva Guinea. Aunque es difícil dejar atrás a nuestra familia y amigos, confiamos en la guía y provisión de Dios en cada paso de este camino. Queremos seguirlo con alegría y fe, sabiendo que estamos en Su voluntad.